A veces, las cosas no suceden como esperamos. Pero comprender las causas del sufrimiento puede ayudarnos a afrontar los desafíos que se nos presentan con ecuanimidad.
La palabra duhkhaih, comúnmente conocida como “sufrimiento”, significa literalmente “rigidez o constricción de la zona del pecho”. Probablemente reconozcas esa sensación. En los Yoga Sutras, Patanjali utiliza esta palabra para describir las modificaciones de nuestro equilibrio, desde sentimientos de inquietud o infelicidad hasta completa desolación.
En el Sutra II.15, Patanjali detalla las causas del sufrimiento. La primera es parinama o cambio: sufrimos cuando nuestras circunstancias cambian de alguna manera que nos afecta negativamente, ya sea que la lluvia afecte tu día soleado o que pierdas tu trabajo. La segunda es tapas/tapah o deseo: sufrimos cuando queremos algo que no tenemos; un mejor trabajo, una pareja, un auto, todo lo demás. La tercera causa es samskara o hábito: sufrimos cuando repetimos costumbres o comportamientos, consciente o inconscientemente, que nos dañan y no aportan crecimiento.
La cuarta causa de sufrimiento mencionada en este Sutra es un poco más complicada. En esencia, se trata del balance permanente entre los cambios de energía en el cuerpo, conocidos como gunas. Por ejemplo: cuando te despertas en la mitad de la noche, o cuando estás bostezando después del mediodía.
Atenuar el sufrimiento
Patanjali expone en los Yoga Sutras muchas formas de desarrollar herramientas que nos ayuden a tener una percepción clara que disminuya de alguna manera las causas del sufrimiento. Cuanto mas clara es tu percepción, cuanto más conectado estés con tu sabiduría interior; mayor será la respuesta ecuánime ante las circunstancias adversas, deseos insatisfechos o comportamientos perjudiciales.
La experiencia del sufrimiento es el primer paso hacia el cambio positivo. Cuando tu estado de disconformidad es tan grande que perturba tu vida, es más probable que empieces a buscar la solución.
Por Qué a Mi?
En el Sutra II.16 (heyam duhkham anagatam), Patanjali dice que si podemos aceptar que nadie puede evitar el sufrimiento y comprendemos sus causas, entonces estaremos preparados para afrontarlo y evitar que se produzca nuevamente en el futuro.
No podemos evitar que los hechos que generan sufrimiento sucedan, pero podemos cambiar nuestras reacciones y respuestas cuando la vida nos presenta estos desafíos. Podemos evitar reaccionar con ira, culpa, resentimiento o arrepentimiento. Estas respuestas no alivian tu sufrimiento, solo lo prolongan.
Practicar la reflexión
Lleva la atención a la respiración y regula intentando profundizar y mantener el mismo ritmo en la inhalación y exhalación. Abre un espacio hacia la reflexión, hacia la situación que te ha llevado a sentir esta disconformidad permitiendo identificar estas sensaciones de agitación, ¿cómo te sientes?¿es ira, angustia, miedo o tristeza?
Una vez que hayas identificado lo que sientes, pregúntate si tienes control sobre esta sensación. Tal vez no puedas evitar sentir lo que sientes en este momento, pero puedes elegir enfocarte en cuáles serían las posibles soluciones a tu situación. En cómo seguir adelante. Enfócate en cómo te sentirías si dejaras atrás este sentimiento de manera positiva.
Esta práctica es sólo eso, una práctica. Toma tiempo cultivar el auto conocimiento y llevar a cabo los cambios para el crecimiento. Pero mientras tanto, recuerda que no estás sólo, que todos estamos atravesando algún proceso que conlleva sufrimiento de algún tipo.
Sobre todas las cosas, tené paciencia con vos mismo. Este es sólo el primer paso que puede ayudarte a disminuir el sufrimiento por aquello que no podemos cambiar.
Autor: Kate Holcombe
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